-Historia del doctor Hulbert, jurisconsulto, y de su Regimiento. »Bien, ¿cómo empezar? Tenía el rostro lleno de verrugas y las piernas torcidas como un dachshund. Hombre joven, no conocía más que el estudio. Un estudio tedioso, que afectaba sus nervios. Se ganaba la vida penosamente dando lecciones y debía afrontar además las necesidades de su madre enferma. Estoy seguro que sólo conocía a través de los libros el aspecto de las praderas verdes, los senderos, las colinas llenas de flores y los bosques. En cuanto al sol que puede filtrarse en las pequeñas y negras calles de Praga, sabéis que no es mucho. »Aprobó su doctorado de manera brillante, demás está decir, y con el tiempo, se convirtió en célebre jurisconsulto. Tan célebre, que una multitud de gente, jueces y viejos abogados, venían al consultado cuando se encontraban inseguros en alguna cuestión de derecho. Sin embargo, vivía como un mendigo en un cuarto sin luz cuya ventana daba al patio trasero de la iglesia de Tyn, donde e...