Anotaciones

"Desesperación, hermanándose con el resto de mis libros, no tiene ningún comentario social para hacer ni trae mensaje alguno en su pico. No levanta el órgano espiritual del hombre ni muestra a la humanidad la salida correcta." (Del prólogo de Desesperación, Vladimir Nabokov)

"El éxtasis que siente un escritor joven ante el escritor avezado que será algún día es una pura ambición en su forma más laudable. Desde su biblioteca más extensa, el escritor mayor no corresponde a este amor, ya que, aún en el caso de que añore aquel gusto puro y aquella mirada inquieta, no tiene más que un gesto de impaciencia para el aprendiz chambón que fue en su juventud." (Del prólogo de Desesperación, Vladimir Nabokov)

"Usted es magníficamente parecido a un gran jabalí salvaje y terrible, de colmillos podridos." (Desesperación, Vladimir Nabokov)

"Darle una carta para que la echara al buzón era el equivalente a tirarla al río, dejando lo demás librado a la perspicacia de la corriente y al ocio piscatorio del destinatario." (Desesperación, Vladimir Nabokov)

"Creo que en una de las obras de Pascal hay un pensamiento sagaz que dice así: "Dos personas que se parecen no despiertan ningún interés cuando se las encuentra por separado, pero son capaces de provocar una conmción cuando aparecen juntas." Jamás leí a Pascal ni recuerdo de dónde robé esa cita. ¡Ah! ¡Si habré logrado éxitos en mi juventud con triquiñuelas de esa clase!" (Desesperación, Vladimir Nabokov)

"Gracias a Dios, no hay ningún espejo en la habitación, así como tampoco existe el Dios al que agradezco." (Desesperación, Vladimir Nabokov)

Muy bueno Nabokov, tendré que seguir encontrando más cosas. Poca empatía en los personajes de Nabokov, tal vez ese sea el secreto de su impopularidad. Lo de Artó es muy divertido.

Terminé lo de Quevedo, descubriendo una vez más que cosas que hoy se hacen como la gran novedad ya se hiieron hace siglos. Quevedo se encuentra con personajes de los refranes y figuras literarias, lo mismo que hice yo 400 años después reviviendo a la Doña Rosa de Neustadt. Tremendo. Quedan cartas y una especia de cántico en el ismo libro, los leerè intermitentemene. Ahora empecé eñ Nabokov que ya arranca genial desde el prólogo.