Terminé El hombre demolido, arranqué Viajes con mi tía

No me mató el Hombre demolido. Será que no me encanta la ciencia ficción. Ahora por lo menos. Tiene elementos divertidos, el mejor es el recurso del protagonita para evitar que lo escuchen los telépatas, escuchar una canción pegadiza que le queda dando vueltas en el cerebro durante semanas. Es an pegadiza que se le pega a uno com lector: Tensión, tensión empieza la distensión. Es tan estúpida. Empecé Viajes con mi tía y desde luego ya me lo devoré. Qué lido y fácil de leer Greene.

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