Cosmópolis II

Sigo sin engancharme emocionalmente, pero admito que escribe bien el tipo, me siento como "intoxicado" por su manera de escribir. El problema es que Eric, el protagonista (un operador de bolsa que apuesta a lo largo del día contra el yen y produce una catástrofe económica global) es bastante desagradable y distante. Me gustan algunas taras, como preguntarse constantemente "¿por qué todavía usamos tal cosa (dinero, objetos de mano, cajeros automáticos, etc)?". Su enemigo, el hombre que lo busca para matarlo lo describe como "alguien que quiere sentirse más adelantado a su tiempo". Supongo que esa es una característica antisocial, petulante, el afán de "estar adelante", de poder catalogar a los demás como antiguos, algo que se ve todo el tiempo en el mundo corporativo pero también en el arte y en activistas. Hay un goce muy mala vibra en usar palabras que la mayoría no entiende. Por ejemplo: Hoy leí el post de una translesbofeminista contra la "alonormatividad". No tengo ganas ni de empezar a tratar de entender qué significa eso, pero esta persona chorreaba autosatisfacción por conocer la palabra.

Un par de giros inesperados, no sé si creíbles pero se entiende hacia dónde va: hackea la cuenta de su esposa (una heredera multimillonaria) y pierde todo su dinero, diciendo que quiere verse con ella "desnudo", sin protección. Y luego mata a su guardaespaldas, un poco con el mismo objetivo. Pero nada más acompaña esta especie de camino hacia la locura, son sólo hechos que ocurren. Esa es la impresión que tengo. Hasta American Psycho te hacía sentir en un momento que el protagonista iba derrapando (tomaba pis, intentaban atacarlo, decía que estaba deprimido). Ya lo termino. Mi gran angustia en este momento (de mentira, contrapuesta a mis angustias de verdad) es si sigo con La Mujer que se golpeaba contra las puertas (lo leo sólo porque es un recomendado de Stephen King) o con Typee, que ¡ay! tiene letra chiquita.

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